Así como al año 2013 tenía unas ganas enormes de darle carpetazo con la última campanada de las uvas, para este 2014 mi deseo es que se quedase un pelín más. Y eso que el 14 es un número que no me gusta nada, pero poco importan las cifras y las supersticiones cuando la vida y tú mismo la vas encaminando hacia donde te lleva el corazón.
Es verdad que hay cosas que vienen solas, otras que simplemente te las buscas, otras que suponen un golpe de suerte e incluso las que te cambian tus propios esquemas. Para mí el 2014 ha sido un año de tachar espinitas en la lista. Un año en el cual no esperaba realizar todos los sueños que he realizado simplemente porque me había propuesto focalizarme en otros, como mi ansiado viaje a Japón. No he tenido ocasión de cumplirlo, pero ayer lo pensaba en la ducha, para mí el país nipón es un lugar que actualmente no tiene tanto significado, era fruto de un sueño compartido que se fue esfumando hasta tal punto que de momento ha quedado guardado en un cajón hasta que recobre otra fuerza.
Con mi tía Marisa y mi prima Mari Carmen en Deiá |
Con mi hermana Patri en el Valle de Ourika |
Con mis amigos en Oporto |
En lo personal, me he sentido arropada por quienes comparten la vida conmigo, aquellos que me hacen reír y me acompañan cuando caigo y cuando me levanto, con mi familia siempre al pie del cañón, pero sobre todo por una persona que me fue ganando a pasito a pasito aunque me enamorase su sonrisa desde aquel momento en que le mire por primera vez. A todos ellos, a quienes me han acompañado en mis viajes y a quienes están ahí siempre con palabras de apoyo y cariño, gracias por formar parte de este mágico 2014.
Con mi chico en Peñafiel |
No queda mucho más que decir, sino terminar con una reflexión, porque no importan las ideas que tengamos en mente, sino cómo las personas que nos rodean y los pequeños momentos azarosos nos van conduciendo por sendas insospechadas. Así que para el año que comienza mañana, me dejaré llevar cómo lo he hecho hasta ahora e intentaré disfrutar de cada minuto con una sonrisa, la misma que no me ha faltado durante estos últimos 365 días de un 2014 que se escapa...