Si había una ruta que llevaba en mi cabeza muchos años, esa era la del Cares, en Asturias. Enamorada de un paisaje de pintura de Haes (puede verse en el Museo del Prado), siempre soñé con formar parte de esas montañas. Hubo un pequeño amago en 2002 pero mis facultades físicas me lo impidieron en ese momento. Ahora, 12 años después y tras varios viajes a Asturias sin visitar la zona de los Picos, puedo decir que se han hecho realidad mis deseos.
Fue un viaje relámpago, día y medio en Asturias con el propósito principal de realizar la
Ruta del Cares desde Poncebos a Caín (ya en la provincia de León). Salimos con la fresca de Madrid, llegando al Hotel Garganta del Cares para dejar la mochila y emprender la ruta. Los primeros 50 metros fueron de infarto, con la nariz entaponada y el corazón sobre expuesto, creí que me iba a ser imposible superar aquello. Entonces, respiré hondo, dejé que mi pulso se recuperase y pude seguir tranquilamente la subida de 3 kms, despacito, a mi ritmo, me había costado acostumbrarme al aire puro de un lugar cargado de todo menos de contaminación.
Pasado ese tramo, fue coser y cantar, una maravilla de sendero donde
uno se siente pequeño, insignificante. La vegetación se iba apoderando del paisaje a medida que nos aproximábamos a León, a medida que íbamos sintiendo el río Cares más cerca. Y así llegamos a Caín, pueblo semi perdido rodeado de cascadas, ideal para desconectar del mundo aunque lleguen taxis. Nos dimos el homenaje de
una buena comida regada con Pote leonés y lomitos al queso de Valdeón terminando con una cuajada y miel que gritaban ¡casero! en nuestro estómago. La vuelta avecinaba tormenta, pero el tiempo quiso estar de nuestro lado una vez más. Se amenizó con una tertulia improvisada en medio de la nada con un matrimonio de irlandeses, encantadores, como suelen serlo por tierras celtas. Y así, con la satisfacción que dan 24 kms, terminamos la ruta en Poncebos, brindando con una botella de sidra natural en el hotel. La ducha y el sueño fueron reparadores... Ya sólo había que subir a los lagos y ver a la Santina en Covadonga. ¡Viva Asturias!
Fotografías tomadas con BQ Aquarius y editadas con Camera 360