Con tanta lluvia a veces me pregunto cuándo llegará la primavera. Deacuerdo que ya pasamos la frontera del día 21 de marzo, pero la sensación que nos están dejando los días grises no ayuda. Por suerte, puedo decir que al menos pude disfrutar de un día de campo y flores. Fue el pasado sábado en uno de esos pueblos hermosos que jamás habría conocido de no ser porque el destino quiso que se cruzase una persona en mi vida hace un par de años.
Casas de Monte. Siempre quise conocer el Valle del Jerte, lo hice el año pasado (y por dos veces después de haberlo deseado tanto tiempo), pero nunca me había parado a pensar en el Valle del Ambroz. Sus gargantas naturales que hacen disfrutar de la piscina natural en verano. Su campo abierto que nos hace divisar el horizonte. Mirar por la ventana y no querer apartar la vista, aunque llueva. Dormir. Despertar con el sonido de los pájaros. Querer pasear. Fotografiar entre el verde primavera. Sentir el estruendo del agua que cae con más fuerza que nunca. Alimentar el alma con la paz que se respira en cada esquina.
¿Ya es primavera? Que siga lloviendo si quiere. Yo ya he tenido mi día entre las flores.
Hacía mucho que no me pasaba (bueno, que no me quedaba) por tu blog, y la verdad es que tus fotos son, como siempre, una maravilla. Me ha gustado la de la verja y el río en blanco y negro... Un saludo
ResponderEliminarGracias, majo. Tengo pendiente quedarme más por tu blog, que lo veo desde el iPad pero te debo más de un comentario, me encanta que sigas tan activo :)
Eliminarefectivamente, se nota, se nota. Es primavera.
ResponderEliminarComo a tropocolo, me gusta la de la verja especialmente, y la de la hierba con ese destello de luz
Sip, ya vi a Olegario lo bien que se lo pasaba, jajaja. Gracias corazón :)
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