El cielo sobre una pared.
El reflejo de una nube atrapada en hormigón.
Las grietas de un muro,
frágiles pero impasibles al tiempo.
No puedo cruzar mares de estrellas.
No puedo alcanzar a tocar el algodón
con mis manos.
No puedo soñar con cristales
que traslucen el alma.
Sí puedo contar los días
que separan tu vida y la mía.
Los amargos tragos
de un vino que caducó entre tus labios.
Las risas de océanos
con peces de colores que buscan
remolinos de tormenta.
Los rayos que electrifican
las vallas que van
de tu esquina a la mía.
Los relojes que marcan
segundos que se hacen eternos.
Los llantos.
Los perdones.
Un muro de lamentaciones.
Anhelos de noches
de escarcha.
De motores en marcha.
De asientos traseros.
De constante ceguera.
Pinta un arcoiris
en mi espalda.
Dibuja una nube.
El cielo sobre una pared
se nos escapa.
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