
Esta fotografÃa no tiene mayor misterio que haberse tomado al atardecer paseando por la Gran VÃa madrileña. El pasado jueves salÃa del curso de vÃdeo que impartió Nikon en el Hotel Catalonia y me disponÃa a ir hacia Callao tomando vÃdeos y otras fotografÃas aprovechando la hora azul y el fantástico ocaso que se divisaba tras el mÃtico cartel de Schweppes. Fijándome en lo que sucedÃa en la acera, me topé con el cartel de la peli de mi adorado Clint Eastwood (¡eih!, pensabáis que iba a decir Di Caprio) y asà fue como sin más, apreté el gatillo "sin perdón" en una toma única que me impactó desde que la vi aparecer por la pantallita de mi reflex. No hay más historia qué contar. Sólo el reflejo de las luces de la Gran VÃa sobre el rostro endemoniado de Leonardo conocen el resto....
Todo un derroche de saber ver. Muchos miran pero no saben ver, no es tu caso.
ResponderEliminarPara mi quisiera tu ojo fotográfico, je, je....
Resulta fascinante.
Un abrazo.
MuchÃsimas gracias, Jose. Pero ya quisiera yo tu buen hacer fotográfico y el mimo con el que te acercas a la naturaleza. :)
ResponderEliminar